London

Only one word: FANTASTIC. London is fantastic, from all points of view. From Denmark, London doesn't seem to be that far but it took almost 10 hours and all the transports of the universe to get there. Bus, boat, plane, train... And it was worthy.

It was worthy because sometimes we cross people on our life way and we think that we won't see them again, but suddenly, one day we have the chance to see them again and recover old memories, that we already put in a box.

So, after 3 years and a lot of emails from all the sides of the world, I met Sebastian again but only for less than one day. Who knows if we will coincide again somewhere. I hope so.

Being an erasmus, if something I've learnt is that to wish something is enough to get it, so I'll cros my eyes and I will wish to see him again, as I will wish to see again all this special people I met here.

I will wish to see Irene, Joerg, Morgane, Julie, Michael, Petja... and I will wish to see Simon again, because only him have this contagious positivity, that makes you smile in front of everything, smile to the grey sky, smile to the rain, smile to the problems.

All the problems seem nothing with Simon by your side, because he always have a rain coat to save yourself from the storm, a kite to make your imagination fly, a mushroom to make you laugh or a box of liquorices.

It seems that all Simons have the same life philosophy, because another Simon I met in Denmark told me something that I never forget: "Smile and the world will smile back"

So, let's have Simon mood the rest of the days I will be here. I will remember this trip with a smile in my face always, even though is impossible to find a tourism office, a trash can or a beer after 12 in London.

I will look left, I will mind the gap, and I will have a big whim everyday in my life: go to London again, and see you again.

[Solo una palabra: fantástico. Londres es fantástico, des de todos los puntos de vista.
Des de Dinamarca, Londres no parece estar tan lejos, peró nos costó almenos 10 horas y todos los transportes del universo para llegar allí.
Bus, barco, tren, avión… pero valió la pena.
Valió la pena porque a veces nos cruzamos con gente en nuestro camino y creemos que no los volveremos a ver. Pero un día, de repente, la vida te da la oportunidad de volver a ver esas personas y recuperar viejos recuerdos, que ya habiamos guardado en un cajón.
Después de 3 años y un montón de emails des de todos los rincones del mundo, volví a ver a Sebastian, pero fue fugaz, por menos de un día.
Quien sabe si volveré a verlo otra vez. Eso espero.

Si algo he aprendido siendo una erasmus, es que podemos conseguir algo con solo desearlo. O sea que voy a cerrar mis ojos y voy a desear con todas mis fuerzas volverle a ver, como voy a desear volver a ver a todas esa gente tan especial que la vida me ha brindado la oportunidad de conocer.
Espero volver a ver a Irene, Joerg, Morgane, Julie, Michael, Petra… i desearé volver a ver a Simon otra vez, porque solo él tiene esa positividad contagiosa, que te hace sonreír delante de todo, aunque el cielo sea gris, aunque llueva, aunque tengas problemas.
Los problemas empequeñecen con Simon, porque siempre tiene un chubasquero en la mochila, para esconderte de la tormenta, o una cometa, para hacer volar tu imaginación con ella, o una seta, para hacerte reír, o una cajita de regaliz.

Parece que todos los Simon tienen esa filosofia de vida, porque otro SImon que conocí en Dinamarca me dijo algo que nunca voy a olvidar:
“Sonríe y el mundo sonreirá contigo”
Pues vamos a tener humor de Simon el resto de nuestros días aquí.
Voy a recordar este viaje siempre con una sonrisa en mi cara, aunque sea imposible encontrar una oficina de turismo, una papelera o una cerveza después de las 12 en Londres.
Miraré hacia la izquierda, vigilaré los agujeros, i tendré el mismo capricho durante todos los dias:
Volver a Londres. Volver a veros. ]